Los eventos, por su naturaleza, requieren de una preparación muy cuidada y detallada. Por ese motivo, el tiempo es un factor clave: planearlos con antelación es esencial para garantizar que salgan adelante con éxito. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es plenamente consciente de ello, por eso ha lanzado una serie de recomendaciones a tomar en cuenta a la hora de preparar estos eventos, poniendo especial atención a aquellos con mayor masificación.

Según el documento, dadas las circunstancias de continua evolución del COVID-19, deberían considerarse estas 3 fases en la planificación con el fin de tomar las medidas necesarias:

1. Planificación: El periodo antes de que el evento empiece y durante el cual de desarrollan, prueban y revisan las medidas de seguridad.

  • Elegir un método de comunicación interno. Designar una persona que haga de portavoz frente las autoridades de salud pública, con las que deberá tener un contacto regular. Esta persona deberá estar disponible las 24h del día.
  • Evaluar los riesgos del evento, actualizando la información según se desarrollen los acontecimientos sanitarios y trabajar en coordinación con la evaluación nacional de riesgos del país donde se realice el evento.
  • Crear un plan de acción específico para el COVID-19, que contenga una comunicación ágil y efectiva que permita tomar decisiones de forma rápida. Establecer el método de detección, aislamiento y tratamiento frente a casos de COVID-19 en el evento.
  • Evaluar la capacidad y recursos del espacio donde se realice el evento.
  • Coordinarse con las autoridades de salud pública sobre cómo mantendrán al público informado de la situación sanitaria. 

2. Operativa: El periodo durante el cual los proveedores empiezan a preparar todo lo necesario para el evento.

  • Definir cómo informar de las medidas tomadas durante el evento, así como el plan de emergencia. Deben estar coordinadas con el mensaje que se da al resto de la población 
  • Se debe controlar y vigilar la salud de los participantes, con sistemas que permitan la detección del COVID-19. Estos sistemas deben ser a tiempo real para facilitar una respuesta rápida.
  • Los organizadores definirán, conjuntamente con las autoridades sanitarias, qué sistemas o métodos emplear para hacer un test o diagnóstico de COVID-19 a aquellos asistentes que presenten síntomas.
  • Los organizadores deberán considerar incluir instalaciones de tratamiento en el evento, donde los participantes que presenten síntomas esperen -aislados- los resultados.
  • Transmitir un mensaje a los participantes con medidas concretas: higiene regular, quedarse en casa si se encuentran mal, etc. Será más efectivo si se facilitan geles antisépticos, por ejemplo, que si sólo se recuerda.

3. Post-evento: El periodo después del evento, cuando los participantes vuelven a sus casas (incluso fuera del país) y los organizadores revisan el evento y el seguimiento de este.

  • Al finalizar el evento la organización y las autoridades sanitarias deberán permanecer alerta por si se hubiera dado algún contagio durante el evento. En ese caso, tanto los participantes como la organización deberán colaborar conjuntamente.
  • Hacer un balance del evento, anotar medidas a mejorar y compartir la información para futuros organizadores a fin de mejorar la seguridad y calidad de los eventos.

En Grupo Nordeste queremos ayudarte a que tu evento sea un éxito, por eso contamos con directores de seguridad encargados de realizar el análisis de riesgos y diseñar los dispositivos y protocolos de emergencia para cada servicio. Disponemos de personal con equipos de protección individual (EPI) y un sistema de control de accesos con empleo de termómetros infrarrojos, que miden la fiebre sin contacto con la piel.

En Grupo Nordeste somos conscientes de la necesidad de control de la situación ante el COVID-19. El equipo técnico de Grupo Nordeste realiza proyectos profesionales de consultoría de seguridad integral. Contamos con directores de seguridad encargados de realizar el análisis de riesgos y diseñar los dispositivos y protocolos de emergencias para cada servicio. Disponemos de personal con equipos de protección individual (EPI) y un sistema de control de accesos con empleo de termómetros infrarrojos, que miden la fiebre sin contacto con la piel. Colaboramos con las organizaciones para garantizar la tranquilidad en edificios, oficinas y eventos de carácter público y privado.

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